Carta Dualidades Efímeras
Hoy me encuentro aquí, en medio de la cotidianidad y el bullicio de la calle, para despedirme de ti. Escribo esto con el trasfondo de los sonidos urbanos que nos rodean, aquellos que nos acompañaron en nuestra historia y que ahora se convierten en testigos silenciosos de nuestra despedida.
En esta sinfonía caótica de voces, motores y pasos apresurados, recuerdo los momentos en los que caminábamos juntos por estas mismas calles. Cada rincón tenía su encanto, cada esquina guardaba una historia compartida. Fuimos cómplices de las luces parpadeantes y las sombras que se alargaban al caer la tarde.
Pero a medida que avanzábamos por este laberinto de asfalto, nos dimos cuenta de que algo en nosotros había cambiado. Los sonidos de la ciudad comenzaron a desdibujarse y los silencios entre nosotros se volvieron cada vez más ensordecedores. La rutina y las exigencias del día a día nos envolvieron en un velo de distanciamiento y confusión.
Hoy, mientras las voces de desconocidos se entremezclan con mis pensamientos, tomo conciencia de que nuestras trayectorias se han separado. No puedo negar que duele, que hay una nostalgia que me invade al recordar los días en que éramos uno solo, en los que la magia de la calle se fundía con nuestra complicidad.
Pero también entiendo que, en ocasiones, el ruido ensordecedor de la cotidianidad puede obstaculizar nuestro propio crecimiento y felicidad. Las palabras que te dedico ahora son el eco de un amor que fue intenso y profundo, pero que, lamentablemente, ha llegado a su punto final.
En medio de este ir y venir de personas y vehículos, te libero de cualquier atadura que aún pudiera quedar entre nosotros. Te libero para que encuentres tu propio camino, tu propia melodía en medio de este bullicio urbano. Yo seguiré mi propio rumbo, buscando mi voz en el laberinto de la vida.
Que las calles sigan susurrando historias y creando encuentros fugaces, mientras nosotros nos alejamos hacia nuevos horizontes.
Te agradezco por haber sido parte de mi vida, por los momentos compartidos entre las calles y los suspiros de la cotidianidad. Guardaré en mi corazón los recuerdos que creamos juntos, mientras me adentro en un futuro incierto pero lleno de posibilidades.
Que encuentres la paz y la felicidad en cada paso que des, mientras te sumerges en los sonidos de la calle que una vez nos envolvieron. Que la vida te sorprenda con nuevas melodías y que encuentres tu propia armonía en medio de este caos.
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